Señor Rajoy, los emprendedores somos nosotros

Mientras los del “Rubalcaba, de entrada Sí” se disponen a incluir en su campaña electoral la subida de impuestos a los ricos, los que dicen que con ellos llegará el cambio presentando al mismo candidato frustrado de los últimos años, aseguran, de forma doliente para todo hijo de hipoteca, que no subirán los impuestos a los que ellos denominan “emprendedores”.

Así, según los populares, los ricos son emprendedores, gente brillante y personas de bien que con sus miles de ideas y proyectos son el motor del mundo y dan de comer al resto de mortales.  Por consiguiente, los demás formamos parte de esa masa gris de pedigüeños sin ideas ni proyectos que se mueve instintiva y desesperadamente por los “renglones torcidos” del mundo laboral y económico. ¡Eso es mentira y duele, hombre!

Entonces, ser emprendedor es pertenecer a una de esas grandes fortunas que explotan a niños para la fabricación de sus productos, que condenan a la pobreza y esclavitud a millones de personas, crean enfermedades para lucrarse con nuevos y milagrosos tratamientos que a su vez crearan otras dolencias futuras. Ser emprendedor es también quedarse con las casas de familias humildes para luego revenderlas en ese mercado que apesta a opresión, especulación y robo. Ser emprendedor es matar de hambre y luego abrir cuentas bancarias para lucrarse con las donaciones. Ser emprendedor es llevar sus fortunas manchadas de sufrimiento y sangre a esos inexplorables paraísos fiscales. Ser emprendedor es ir mermando derechos a los más débiles y transformarlos en dinero para ingresarlos en sus abultadas cuentas. Ser emprendedor es inventarse terminologías económicas para que los demás no entendamos lo que sucede y crear incertidumbre y miedo. De esta manera, nos mantienen ligados a este sistema explotador que está agonizante y que esperemos que sus últimos coletazos asesten un golpe definitivo y mortal al corazón mismo del sistema y se lleve por delante a tanto sinvergüenza, corrupto y asesino. Al parecer, ser emprendedor es todo eso y mucho más.

Por detrás, estamos todos los demás. Los que nos emprendemos a hostias en las colas del INEM para obtener lo que es nuestro, los que vamos a trabajar caminando cabizbajos por los subterráneos de la desesperación por un posible despido, o un ERE, o por la congelación del sueldo. Somos los que tenemos que emprender el camino del miedo hacia ese banco que nos aguardaba antaño con los brazos abiertos, para consultar nuestra depauperada cuenta. Somos nosotros los que emprendemos y creamos nuevas fórmulas matemáticas para poder sobrevivir el mes mientras tenemos que soportar como se nos engaña y se ríen de nosotros como si fuéramos imbéciles.

Y encima en la televisión, aparece ese desgraciado anuncio: “Yo soy ahorrador o ahorradora” como si, más que cobrar poco, la culpa de no ahorrar es debido a que malgastamos el dinero y nos lo montamos mal. ¡Serán...!

Señor Rajoy, hable claro: no quiere tocar las grandes fortunas. El “hacer los deberes” significa que van a seguir explotando a la gente sencilla que cada vez más convierte ese ahogo en grito en contra de “esos planes de austeridad” que no son otra cosa que cortar la vena Aorta del sistema público mientras los ricos van acumulando ganancias a costa de nuestros derechos.

Señor Rubalcaba, como arma electoral está muy bien pero no jueguen con nuestro pan, que ya está bien.

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